Los elefantes son el símbolo nacional de Thailandia, pero han quedado relegados a un segundo plano cuando se ha desatado la locura por el nacimiento de un bebé panda en un zoologico de Bangkok. "Desesperados" por recuperar la atención hacia los elefantes, sus cuidadores decidieron pintarles de blanco y negro para que parecieran pandas, y pasearles como si fueran un juguete por las calles del zoo.
Protesto. No encuentro motivos suficientes ni estos ni ningunos para pintar un animales aunque sea con "pinturas al agua" ni para tratarles como si fueran juguetes. Y encima justifican (o lo intentan) la acción como una medida necesaria para devolverle la atención al que es el animal que representa a la nación.
No mola.
Zothique (Clark Ashton Smith). Civilizaciones perdidas, decadencia y papel
de pulpa
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Hace 4 días
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