La escena fue captada por Casey Gutteridge, estudiante de fotografía. Casey estaba sacándole fotos al leopardo, de nombre Sheena, para un proyecto de clase, cuando un pequeño ratón entró en escena al ponerle la comida al leopardo... Ante la atónita mirada de Casey y del leopardo, el ratón se puso a comer tranquilamente, y ni siquiera los sutiles intentos de Sheena por apartarle con el hocico, fueron suficientes para hacer que se marchara. Allí se quedó, comiendo tan tranquilo, hasta que estuvo lleno. Hay que ver...
Recomiendo visitar el artículo original, para ver las fotos en tamaño grande. ****MailOnline****
No hay comentarios:
Publicar un comentario