En 30 años nunca he tenido la sensación de "pertenecer" a un sitio. Siempre me he sentido casi obligada a encontrar mi lugar en el mundo, estudios, trabajo, casa... como todos, claro. Pero nunca sientiendo que había encontrado mi "sitio". Siempre pensando que tenía que seguir buscando, que tenía que seguir moviéndome. Hasta esta mañana (no sé cuanto durará, pero el sentimiento está aquí).
Me gusta mi barrio. Me encanta mi barrio. Me gusta mi calle, las tiendas, la gente que te atiende en las tiendas. Desde las panaderas a la frutera, a la parejita que lleva el bazar oriental donde siempre estoy comprando cestos de mimbre para Petunia, a la señora de la charcutería del condis. Todos, absolutamente todos son cercanos, les gusta conocer a sus clientes, les gusta saludarte cuando pasas por la calle aunque no entres a su tienda, les gusta saber qué compras y adelantarse a que lo llegues a pedir. Esto puede parecer una tontería o una obviedad, pero para mí no lo es. Y no estoy hablando del "comerciante" que mantiene su clientela, estoy hablando de personas que entablan una relación con personas. Estoy hablando de la panadera que un día tiene mala cara y el cliente que le ofrece ir a casa a traerle una pastilla para el dolor. Estoy hablando de una comunidad, un barrio en el que el dueño de la tienda es un vecino más, y quizás mucho más cercano que el que vive en la puerta de al lado.
Llevo 2 años en este barrio, en Barcelona, y hoy me he sentido de aquí. Y me gusta =)
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