jueves, 5 de marzo de 2009

Petunia Embajadora de la Libertad

Cuando Petu vino a casa, era tan ultra peque que cabía por el hueco de debajo de la nevera y parecía una pantuflita peludita... parecía tranquila. Como un bebé que sólo hace que comer y dormir. Al cabo de un tiempo (poco, poquisimo) se espabiló lo suficiente como para querer descubrir nuevas fronteras. Ya os he contado sus excursiones de lectura a mi habitación, pero esta, que pasó hace más de 1 año... es diferente...

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Con Petunia me pasó como supongo que les pasa a los padres primerizos que tienen que adecuar la casa al bebé. Como llegó medio por sorpresa no me dió tiempo de hacerlo realmente bien, así que al principio y para salir del paso, coloqué cartones por los sitios por los que pensaba que se podría colar... con la tonta idea de que como era tan pequeñita ni se le ocurriría asomarse. Que equivocada estaba.

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Petu, con ese instinto explorador que la caracteriza, se decidió a demostrarme que las barreras están para saltarlas, los muros para ser derrumbados y los límites para ser superados. Petunia, con el aire filosófico que ya conoceis me dijo que "no es justo que se ponga límite al territorio, pues no es mío ni tuyo, sino del universo" y acto seguido se dispuso a demostrarlo, moviendo con su mini boca el cartón que había puesto, burlando mi (cutre) sistema de seguridad.




Ni que decir que después de esto me tuve que espabilar, comprar metacrilatos y forrar las cosas en condiciones. Los cables detrás del mueble, etc etc. Aún así hoy en día, más de un año después, Petu a veces me recuerda que ella nació para ser libre y que "nunca descansará en su empeño de derribar todas las barreras que coharten su libertad".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajjajajjajaja , buenisimooo :)