viernes, 12 de diciembre de 2008

Lo dicho, el Apocalipsis

Cuando escribí la otra entrada no había leido aún la finalidad a la que parece ser que van destinados los perros-caballo. Hoy es un día triste porque he leido que en lugar de pensar en utilizarlos como herramienta de trabajo, o transporte, el ejército ya ha decidido que es mejor idea utilizarlos para cazar gente.

El Pentágono ya ha mostrado interés en convertir a los bichejos en máquinas de "buscar y detectar seres humanos no-cooperativos".


Como bien dice Steve Wright, de la Universidad Metropolitana de Leeds, el término clave aquí es "humanos no-cooperativos":

"Lo que tenemos aquí son los comienzos de algo diseñado para permitir a robots cazar seres humanos como si se tratara de un puñado de perros. En cuanto se haya perfeccionado el software podríamos anticipar de manera bastante lógica que se van a convertir en autónomos y que se convertiran en un arma. También podemos esperar que dichos sistemas esten equipados con equipos capaces de detectar a seres humanos y sensores que puedan detectar el aliento humano y las ondas de radio asociadas con el latido de un corazón. Estas son tecnologías que ya han sido desarrolladas".

Lo realmente preocupante es que se pueda desarrollar de manera que un sólo soldado, digamos, controle una cadena de decenas de robots. O peor aún, según los desarrollos de Inteligencia Artificial quien nos dice que no es posible que en algún punto se conviertan en autónomos y que se desentiendan de las órdenes de una persona, para considerar a *todas* como hostiles... y no sólo a las que el ejército americano les diga que son hostiles...

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